Niños picky eaters: Qué son, cómo reconocerlos y cómo ayudarlos
- Kristina de la Mata
- 30 oct 2024
- 5 Min. de lectura
Los niños pequeños suelen ser muy selectivos para comer. Sin embargo, si tu hijo presenta muchos problemas para alimentarse, podría entrar en lo que se denomina un picky eater.

Esto es un problema para los padres porque el comportamiento selectivo de sus pequeños, a la hora de comer, les impide alimentarse de forma saludable.
Pero, ¿Cómo saber si tu hijo es un picky eater? ¿y qué es un picky eater, para empezar? Bueno, en este artículo vamos a despejar todas esas dudas, además, te dejaremos 7 consejos para que puedas ayudar a tu hijo a comer mejor.
¿Qué es un picky eater o niños con trastorno de alimentación restrictivo o selectivo?
Un niño “picky eater” es aquel que, a la hora de comer, podemos definir como un niño selectivo. Los pequeños que muestran este comportamiento, por lo general, tienden a:
Rechazar alimentos que no hayan probado antes.
No comer la cantidad adecuada para mantener una alimentación saludable.
Comer solo un tipo de alimento.
Tener preferencias extremas de unos alimentos por sobre otros, por ejemplo, preferir comida líquida en vez de sólida.
Rechazar alimentos saludables como verduras y frutas.
Estos son algunos de los comportamientos típicos de un picky eater o niño con trastorno de alimentación selectivo. Este problema, según el Journal of Pediatrics, lo padecen el 25% de niños con desarrollo normal y un 80% de niños con retraso en su desarrollo.
Ahora bien…
¿Qué impacto tiene ser un picky eater en el desarrollo y alimentación de tu hijo?
Si no se trata de forma adecuada, ser un picky eater puede traer consecuencias en la conducta perdurables y también algunos efectos nutricionales.
Efectos nutricionales. Los niños que son muy selectivos al comer (picky eaters), consumen hasta un 15% menos de carbohidratos, 16% menos de proteínas y 13% menos de lípidos. Además, también presentan niveles más bajos de zinc, hemoglobina, hierro y magnesio.
Malos hábitos alimenticios perdurables. Cuando un niño tiene malos hábitos alimenticios, es muy probable que los mantenga hasta la adultez. 6 de cada 10 pequeños con hábitos selectivos al comer, los siguen teniendo después de los 20 años.
Efectos en la salud. Los niños picky eaters son más propensos a sufrir problemas gastrointestinales. Aparte, también presentan mayor riesgo de sufrir obesidad al preferir alimentarse con comida de alto índice calórico. Todo esto afecta el desarrollo de su crecimiento debido a las deficiencias nutricionales.
Para evitar esto, es necesario que sepas identificar si tu niño es un picky eater y así puedas implementar estrategias para ayudarlo. Veamos.
¿Cómo identificar si tu hijo es “picky eater”?
Los niños con un trastorno de alimentación, conocido también como "picky eater", pueden agruparse en tres categorías principales:
Algunos presentan una selectividad extrema hacia los alimentos, reaccionando de forma negativa ante los sabores, texturas, colores u olores específicos. Este grupo suele tener un temor significativo hacia nuevos alimentos, una condición conocida como "neofobia", que puede estar vinculada al miedo de experiencias desagradables con alimentos desconocidos.
Otros niños muestran un desinterés constante hacia la comida, experimentando un apetito muy bajo o incluso nulo. Para ellos, comer no les resulta satisfactorio, y a menudo aseguran no tener hambre, lo que dificulta su ingesta adecuada.
También hay niños que desarrollan miedo a las posibles consecuencias de comer, como el dolor, el atragantamiento o incluso las náuseas. Esto genera una resistencia continua a la hora de alimentarse.
Algunos niños considerados picky eaters encajan en una sola de estas categorías, mientras que otros pueden presentar características de más de una.
Consejos para padres de niños picky eaters
A continuación, te compartimos algunos consejos que te pueden ayudar a superar la etapa “picky eater” de tu pequeño:
1. Fomentar el ambiente familiar
Una forma efectiva de mejorar los hábitos alimenticios es compartiendo las comidas en familia siempre que sea posible.
Esto implica crear un entorno libre de distracciones como teléfonos o televisores, permitiendo que el momento de comer sea una oportunidad para mostrar hábitos alimenticios saludables. Ofrecer los mismos alimentos a todos es esencial, y aunque tu hijo rechace la comida, evita preparar alternativas. Eso solo reforzará su comportamiento como picky eater.
Incluir un alimento que le guste en cada comida puede ayudar, pero sigue sirviendo opciones equilibradas, independientemente de si las come.
2. Respetar la decisión de comer
Cuando un niño decide no comer, no hay por qué preocuparse en exceso. Es importante que aprendan a reconocer sus señales de hambre. Si han comido mucho en una comida anterior, es normal que no tengan apetito en la siguiente.
Los padres deben enfocarse en proveer comida nutritiva, mientras que los niños deciden si y cuánto comer. Presionarlos o castigarlos por no comer puede crear una relación negativa con la comida, algo que puede evitarse si se respeta su decisión.
3. Evitar los sobornos
A pesar de lo tentador que pueda ser ofrecer dulces como recompensa por probar otros alimentos, no lo hagas. Esto solo aumenta el atractivo del "premio" y convierte el acto de comer en una tarea tediosa. Los sobornos pueden también generar conflictos innecesarios durante las comidas, especialmente en la cena, por lo que es mejor evitarlos.
4. Perseverar con los nuevos alimentos
Es fundamental no rendirse cuando un niño rechaza un alimento en su primer intento. Seguir ofreciéndole tanto alimentos nuevos como aquellos que ha rechazado anteriormente es clave para que se acostumbren a diferentes sabores.
En ocasiones, los niños necesitan probar un alimento varias veces antes de aceptarlo. Por tanto, tener una rutina con horarios de comidas y limitar los refrigerios puede aumentar las probabilidades de éxito.
5. Diversidad alimentaria
Proporcionar una amplia gama de alimentos nutritivos, como frutas, verduras y proteínas, es esencial. Introduce nuevos sabores y texturas con alimentos saludables, como pescado (sin espina) y carne magra, al menos 3 veces por semana.
Experimentar con hierbas y especias puede hacer que las comidas sean más sabrosas. Ofrecer pequeñas cantidades de estos nuevos alimentos reduce el desperdicio y da la oportunidad de volver a intentarlo después de algunas semanas.
6. Hacer que la comida sea atractiva
Presentar los alimentos de manera visualmente atractiva es una estrategia eficaz para que los niños estén más dispuestos a probar cosas nuevas. Preparar las comidas de forma colorida y en porciones pequeñas que ellos mismos puedan manejar, aumenta las posibilidades de aceptación.
Además, los alimentos que puedan mojar en salsas o aquellos que se puedan comer con las manos suelen ser un éxito entre los niños.
7. Involucrar a los niños en la cocina
Aprovecha el deseo de independencia de tu hijo dejándolo participar en la planificación de las comidas. Permítele elegir las frutas y verduras en el supermercado, o incluso seleccionar recetas que le parezcan interesantes.
Leer libros de cocina para niños y elegir nuevos platillos juntos puede hacer que el proceso sea divertido y educativo
Si te preocupa la alimentación de tu hijo, es recomendable consultar con el Pediatra y/o Patóloga del Habla.
Ellos pueden ofrecer orientación y ayudar a identificar cualquier problema o necesidad, garantizando que tu pequeño obtenga los nutrientes esenciales para un crecimiento adecuado. Recuerda que ser picky eater suele ser una fase común en muchos niños pequeños. Así que, con paciencia y apoyo, es posible guiarlos hacia hábitos alimenticios saludables y equilibrados.
En Caparra Speech Clinic, también podemos ayudarte. Ofrecemos Terapias de Alimentación, que es un servicio que se brinda luego de una evaluación para determinar las necesidades del niño. Puedes ponerte en contacto con nosotros para más información.